Unas palabras sobre la escritura:
Me gustan las palabras, sus significados, lo que implican. Un vocabulario extenso es el material del cual se componen los pensamientos elaborados, completos, claros. Pienso que la mente y el lenguaje están vinculados intrínsecamente. Explorar una idea es un tipo de aventura con implicaciones sobre las emociones y el comportamiento. Una filosofía de vida, una ética, se haya en la mente. Qué mejor que tenerla escrita explícitamente, para ser revisada, recordada e implementada. ¿Cuánta confianza no le daría a uno conocer lo que piensa y por qué lo piensa, por qué decimos lo que decimos y por qué callamos otras cosas, por qué hacemos unas cosas y otras no? ¡Todo esto me fascina!
La escritura es una ventana hacia el mundo interno, un mundo que en mi caso llevo observando durante casi toda mi vida. Un mundo que se compone de años de información viajando desde el medio ambiente, personas, libros hacia la mente de un ser complejo -como lo somos todos. Un conglomerado de información organizada, estructurada y lista para servir su propósito. De hecho, ¿mencioné que me atrae el orden y las estructuras?
Formando una Identidad de Escritor: un breve trasfondo
Durante mi niñez y adolescencia escribí un par de cuentos para asignaciones de cursos de inglés y español las cuales disfruté mucho. Estos cursos básicos de español me introdujeron al análisis de cuentos y la estructura de varios tipos literarios. Experimenté con poesía y hasta intenté comenzar una novela que alcanzó unos tres capítulos. En mi adultez temprana, le di forma a unos cuántos personajes e historias en un par de episodios o escenas, e ideas crudas en formas de notas. También escribí cantidades de ensayos en cursos universitarios de inglés avanzado, filosofía y ética en los cuales me fue excelentemente. Escribí documentos para un curso de escritura técnica. Escribí para una clase de escritura creativa, donde tuve la oportunidad de volver a la narrativa y a la poesía. Uno de los periodos de escritura más concreta y consistente fue escritura fue explorar temas a través de un blog que llamé Intellectual Pursuit. En los últimos tres años de escuela graduada, trabajo con reflexiones y papers investigativos para cursos de psicología y consejería. ¡Y todo esto me ha encantado!
Otro aspecto de mi camino ha sido la lectura. Antes de comenzar la escuela, mi madre me consiguió cuentos como “Pinocho» en la biblioteca y me los leyó. Luego me consiguió libros ilustrados como “Oliver Twist” para el día en que me interesara y quisiera leerlos. Estos actos de amor, no solo me transmitieron cariño, si no que también fueron el origen de una relación saludable y duradera con la ficción y la lectura. Estaré eternamente agradecido a mi madre por este valioso regalo.
Una parte de mi seha mantenido pensando en esto a través de todos estos años. Y creo que ha llegado el momento de validar y atender este deseo e impulso con más cuidado y continuidad. Mediante esta entrada -la cual ha sido precedida por una cantidad de notas- busco anclar y establecer las bases de una identidad como escritor.
Reservas y excusas:
Pensar sobre escribir me ha traido una cantidad de dudas: ¿Qué tengo que decir yo que no se haya dicho? ¿Qué hay de importante en mi punto de vista? Decir cosas como: «Hay tantos expertos que estuvieron toda una vida practicando» o “¡Estaría empezando tan tarde!” son excusas tremendas porque te protegen de ti mismo, del cambio, de exponerte y finalmente de crecer y lograr algo. Realmente, no importa cuántas grandes obras o escritores existan, ni la calidad de tu trabajo al comenzar. La manera de anular esto es enfocarse en cuán importante es para ti el proceso y cuán valioso es expresarte. Encontré que mejores preguntas son: ¿Me gustaría hacerlo y por qué? ¿Cómo me disfruto esto? Una vez el propósito esté claro, la energía creativa fluye.
En mi caso pensé que escribir sería muy unilateral (“one-sided”). Una actividad exclusivamente mental. Y realmente, ¿necesito yo pensar aún más de lo que que ya pienso? ¿No será esto excesivo e inbalaceado? Pues no. En una sesión de escritura libre de 10 mins, (recomendada en el libro “Writing without Teachers”, por Peter Elbow), encontré que escribir puede ser tan holístico como caminar, cocinar o dibujar. Todas estas abarcan el ser de alguna forma u otra: capacidades motoras, mentales, emocionales y hasta espirituales, son activadas e integradas en estas actividades. De hecho, escribir puede servir de catarsis y tener efectos terapéuticos. Es una manera práctica de manejar tantos pensamientos y sacarle provecho.
Existe el reto, como en muchas otras áreas de la vida, de la vulnerabilidad. ¿Cuánto estoy dispuesto a expresarme, a ser yo mismo, a compartirme con una audiencia? Esto le da temor a cualquiera. Pero entiendo que nos compartimos con otros de una forma u otra, con lo que hacemos y dejamos de hacer. Mientras más se escucha la duda, se huye de la vulnerabilidad, nos escondemos y sufrimos. El humano está hecho para compartirse, para expresarse y conectarse. La escritura es como hablar, es exponer una parte de uno al público. Y eso es saludable siempre y cuando se haga responsablemente.
Se me ocurre que es buena práctica para el introvertido, ya que le permite un medio por el cual conocerse mejor y expresarse. Una manera de adueñarse de lo que uno piensa y siente, de procesarlo y admirarlo. Una manera de mostrarle a otro lo que es muy dificil decir con palabras y aún así decirlo.
Otras excusas son: es muy dificil, toma mucho mirarse, entenderse, y plasmarlo en una obra. Es el reto del artista y de cualquier ser humano. Además, ¿qué reto valioso no es difícil? Eso indica, con más razón, que es algo a ser enfrentado.
Hablé del significado, del propósito. Finalmente quedan reservas sobre logística. ¿Dónde escribir, cuándo, cuán frecuente? Tener una respuesta clara a esto es clave. Dónde te anima escribir, cuándo tiendes a tener más ideas? Cuánto tiempo tienes disponible para intentar. Técnicas sencillas como dedicar 10 minutos o más son efectivas. Puede ser un día sí y uno no. O tan solo un día a la semana. Todo depende de explorar y descubrir qué funciona para ti. Es un proceso. Puede ser divertido. Es bueno tener en mente que tiene que ver con darse la oportunidad de disfrutar y de establecer una buena relación con el proceso.
Sugerencias:
- Logística:
- designar un área de trabajo: escritorio, una cafetería, un parqueetc.
- determinar un método y plataforma de escritura: libretas, blogs.
- decidir qué días vas a intentarlo
- Evitar:
- No ponerse presión.
- No tiene que ser Perfecto.
- No tiene que ser buen material.
- No tiene que compartirlo o publicarlo si no quiero.
- ¡No existen los límites!
- Entender:
- La escritura libre ayuda mucho en comprender que al principio es bien importante poner palabras en algún papel o computadora.
- Que me lo he disfrutado antes y me hace falta disfrutar más a menudo.
- Que alcanzo quien realmente soy a medida que más me expreso y me comprendo.
- Mis sueños y fantasías sobre publicar un cuento o una novela son importantes y merecen mi atención.
- Involucrarse:
- mantener recordatorios como libretas abiertas, lápices y bolígrafos listos, tu blog en el homepage pueden ser útiles
- Formar parte de una comunidad/ grupo de escritores, tener una cuenta en un wordpress, invitar a amigos a compartir lectura y escritura puede hacer gran diferencia.
- Aprender:
- yo pensaba que escribir venía natural, que habían personas que nacen para eso. Pero en realidad, como muchas otras cosas, el deseo y la motivación se cultivan, y la disciplina se aprende.
- ver tutoriales y videos en Internet me ha ayudado a conectarme con mi intención e inspirarme sobre temas de interés.
- aprender de otros escritores lo necesario
- Comprométase:
- con la lectura, la escritura y consigo mismo.
Para concluir, quiero dedicar esta entrada a todo ese escritor o artista principiante. Quiero admitir que aún cuando he puesto tantos pretextos, esta entrada es el inicio de mi compromiso con la escritura, con una parte importante de mi que quiero escuchar. Escribir puede ser difícil, un misterio, pero también puede ser una aventura llena de descubrimientos, conquistas, satisfacción. ¡Diviértase!
El Viaje de Azafrán 